Pelusas

domingo, 8 de abril de 2012

Sin Título


Son los senos caídos, es la historia de la vida muerta. Mira, este no es tu relato, este no es mi relato, este es un relato. Solo que cuando caminaba tropecé, me di en la cabeza con un zapato, es solo que ella me ayudo, no el, ella me ayudo, -Oh, lo siento, ni tu ni el zapato tienen culpa de mi desgracia, solo trataba de desquitarme con algo. –Descuida, no hay problema, todas pasamos por esos momentos. Es solo que mientras pares a tus hijos, piensas en que nunca te lograste enamorar de tu esposo y que solo lo utilizaste para agradar a tu familia, pues bien, ¡el era el sueño de todas!, pero menos el mío, desde muy pequeña supe que tenia algo distinto, las otras niñas, yo no me identificaba con las otras niñas, ni con los niños tampoco, yo era feliz en mi mundo, en mi mente, mi corazón era el mas bello solo con el ver volar una gaviota, con sentir el soplo del viento lleno de pétalos perdidos, tan solo eso lograba y aun logra llenar mi alma con algo que sinceramente me desborda.

De un momento a otro vi como las palabras se iban casi escapando de mi boca, todo fluía, no podía parar de hablar, de contar mis asuntos mas íntimos, simplemente seguía y parecía no poder detenerme, mi oyente parecía interesada, pero siendo sincera, eso era lo que menos me importaba en el momento, yo solo quería desahogarme, por lo tanto continué.

Mi cuerpo se hace viejo, mi marido sigue insistiéndome con lo del papeleo para el divorcio, dice que no quiere estar ningún día más con una mujer tan detestable como yo, me grita diciéndome que no tengo sentimientos, que soy fría y calculadora, yo solo asiento con la cabeza. No creo tener culpa alguna de que mi corazón no guste de nadie, que mi cuerpo no sienta atracción por nadie, nunca e sentido ese tan famoso cosquilleo en el estomago del que todos los quinceañeros sonrojadamente hablan, lo reconozco, muchas veces me he odiado, me e repugnado, no entendía que había de malo en mi, porque no sentía todas las cosas que los otros y las otras sentían, realmente odio es una palabra que no alcanza a representar lo que sentía hacia a mi misma, hasta que me canse de todo esto, de las crecientes molestias de mis padres, de mis amigos, de todo el mundo ,hablaban y cuchicheaban tras de mi que por qué a mis 26 años no tenia ningún hombre anotado en mi lista de enamorados, siendo que yo era una mujer tan hermosa y agradable como decían. Así fue como conocí a Darío, él era un hombre exitoso, apuesto, con su titulo de ingeniero bien guardado en el maletín, el sueño de toda mujer, el mío no, obviamente. Luego de unos meses nació el “amor” entre nosotros, yo fingía, fingía y seguí fingiendo que todo iba excelente, que estaba perdidamente enamorada de Darío y bla bla bla bla, pero nada, ni siquiera la mas minima atracción, mis dotes de actriz se iban puliendo día a día gracias a la obra de teatro constante que tenia que actuar. Bueno, nos casamos, solo por la presión de mis padres cabe decir, ¡y no sabes el asco que me dio nuestra primera relación sexual! Totalmente banal para mi, no sentí absolutamente nada, inclusive en mi mente reía de la cara de Darío, toda sudada y orgásmica. Con el tiempo también me fui especializando en ser actriz de películas pornográficas, así como las que dan en televisión en horas de madrugada, y vuelvo a repetir, yo no sentía nada. Así fue como llegó al mundo Ulises, y dos años mas tarde Paz. Ahora mis niños tienen 9 y 7 años respectivamente, y no quieren saber nada de su madre, Darío les a metido cuanta mierda en la cabeza se le a ocurrido decir, ellos ahora dicen que su mama es una rara, que es mala y que no tiene sentimientos, no sabes las puñaladas que siento en mi pecho cada vez que pienso en esto, ¿Cómo un hombre puede estar tan despechado para poner a sus hijos en contra de su propia madre? No lo entiendo, se que yo le hice daño, pero no se puede vengar de esa manera tan cruel, mis hijos son mi vida, mis tesoros, son lo que me inspira a seguir adelante cada vez que despierto en las mañanas con las lágrimas secas en mi rostro marchito.

Sin querer mire observando realmente frente a mi, y me di cuenta que termine contándole mi vida a una extraña, pero había una atmósfera distinta, ella era una especie de extraña conocida, nunca había sentido la necesidad de contarle a alguien sobre mi sentir, mis emociones, nunca había palpado esa sensación de que la otra persona te rogaba que siguieras hablando, sin ella decir una palabra, ni hacer siquiera un gesto, simplemente ella era como mi psicóloga caída del cielo.

-Disculpa, mi nombre es Eliana.

Recapacité pensando en que mi discurso debió haber partido así.

-Hola Eliana, Soy Ursula, un gusto.

Y he aquí el beso repentino, de un momento a otro ella se acerco hasta tener sus labios tímidos a unos centímetros de mis ojos, los beso, y tiernamente bajo hasta mi boca, acariciándola como consolando a una niña pequeña. Rozo sus manos con mis cabellos desconcertados y volvió a besar mis labios, pero con una dulzura y un amor que nunca había logrado percibir en mi vida, mi mente quedo en blanco en aquel momento, mi corazón se sentía iluminado por una calor poco común, pero deseado y ansiado por largo tiempo. Nunca alguien me había tratado de tal manera, con todo ese amor, no vi ni como ni cuando llego. El amor de una extraña sobre mi ser. Tomó mi mano, la llevó hasta su mejilla derecha y noté como disfrutó el momento sin ninguna extrañes, luego la dejó sobre mi pecho agitado y me dijo: –Adiós Eliana, espero volverte a ver algún día. Me regaló su sonrisa casi irreal y se marchó por el pasadizo, solo una vez volvió a mirar a atrás, a mirarme, hizo un gesto tímido y siguió su camino a quizás que lugar.

Sin saber realmente que hacer, en ese momento pasaron mil y un pensamientos por mi cabeza, pero no decidí tomar ninguno, la situación era demasiado complicada para reaccionar al instante, no estoy totalmente segura pero creo haber estado en una especie de shock post beso traumático de una extraña alrededor de 15 minutos, hablo de 15 minutos sin hacer nada, 15 minutos en donde mi cuerpo fue un vegetal inerte que solo atinó a respirar y a hacer algunas otras necesidades biológicas básicas. Y cuando logré articular una palabra, me vi siendo observada por muebles antiguos inquietos, nada más. Sacudí mis ropas, tome mis cosas y me fui.

___________________________________________________

[ Acá les acabo de presentar a una pequeñisima, reducida, redondeada, minúscula, agitada, palpitante, y la cuenta sigue... escritorsita de cuentesillos soplados al viento por los duendes y atrapados por esta bella intérprete de sus travesuras sin fin. Eres la perlita que brilla en mi oseano de perlitas, que sin tí, mi corazón no brillaría de la manera en que ha podido brillar, eres parte de mi luz, de mis días y de mi corazón. Tendrás que disculpar a esta loca por dar a conocer este gran escrito, pero tenía que ser leido por más corazones c: <3 Gracias querida amiga por dar calor a mi corazón con tu Amistad =).] De "Manitos de Papel" para "Unnthak"

No hay comentarios:

Publicar un comentario