Pelusas

lunes, 2 de enero de 2012

Plateado de Luna


"Y me senté en aquel borde de la calle. Mirando al cielo, preguntándole a la luna del porqué de su ausencia. No me respondió, pues no estaba, pero me equivocaba de lo aparente visto por mis ojos y de los cantares de los pajarillos azulados de la noche que presenciaban mis oídos. Hoy, ella danzaba en lo oscuro de otros Lares, desenvolviendo sus bellos rayos como si fuera sol. Mañana, vendrá nuevamente más hermosa que hoy, envuelta en plateado de luna, y yo…ya no volvería a ser igual que antes. No era que se había ido, si no más bien que miraba hacia otros lugares, eso… pudo ser que me incomodara. Al tiempo… comencé a acostumbrarme, sin saber ya a donde mirar, en el cielo no la volvía a encontrar, pero al danzar de los días y noches sin Luna, una estrella me susurró, pensé que en el cielo solo vivía la Luna, pero no, había una infinidad de maravillosas luces que no me había percatado. Cuando comencé a ver cada vez más ya la luna no era solo lo que yacía en mi corazón, si no más luces como ella vibraban en mi interior captadas por mis ojos y corazón. Ya no me sentía con ese vacío y nostalgia como antes, aunque a veces la recordaba, entendí que siempre estaría en mi interior, porque no era ella tan distinta a mi, si no más bien éramos una, solo que al principio no lo comprendíamos. Ella pensó ir por su camino, creía que era lo mejor, mientras yo, sin otra opción, seguí paso por paso por donde comencé. Sin darme cuenta, ella iluminaba mi sendero con su Luz de Luna y yo el de ella con mi luz de estrella, pertenecíamos al mismo universo, y comprendí que era estrella, pero eso, se supo después y era necesario que así fuese…"

Y caí en aquella piscina… no sabia nadar, sin embargo me lancé a ese gran mar que me llamaba. Me hundía, se me hacia cada vez más inmenso. Me tragaba y me hacia sentir tan cómoda hasta en el punto exacto en el cual podía danzar de diversas formas dentro de aquel paraíso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario